GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

jueves, 25 de abril de 2013

Empatía y comunicación eficaz

Le han despedido de su trabajo. Después de más de veinte años en la empresa, a través de una fría carta se le comunicaba que en aplicación de una supuesta reestructuración interna quedaba fuera de la actividad laboral. Al paro y con una indemnización ridícula. Por eso ahora se encuentra delante de su abogado especializado en asuntos laborales explicándole su situación que considera injusta y contraria a la ley. Lo hace sudoroso, con los ojos acuosos de algunas lágrimas, a veces furioso, a veces implorante. Está sentado frente al abogado con el cuerpo hacia delante, mirándolo fijamente e intentando ser lo más explicativo posible mezclándolo con algunas frases de desesperación. El abogado va tomando nota, no lo mira, le interrumpe en varias ocasiones e incluso le llega a casi recriminar que esté tan nervioso y lloroso. Terminan la conversación y el abogado se despide de él comentándole que ya le llamará y ante la pregunta del trabajador sobre el futuro de la posible demanda el letrado hace una mueca y le dice: "ya veremos".

Para establecer una comunicación personal "sana" y productiva es necesario que esta transcurra por el camino de la confianza, la aceptación de la propia comunicación como tal relación entre los interlocutores y por supuesto la aceptación de las circunstancias del otro. Ponerse en su lugar. Esto es la empatía. Todas las personas que nos rodean y que tienen una, aunque sea mínima, relación con nosotros: familia, amigos, compañeros de escuela, de trabajo, jefes, vecinos...ejercen y sobre ellos ejercemos una capacidad de influencia. Esa influencia se produce en nuestros pensamientos, opiniones, acciones, deseos. Pero para que esa influencia sea positiva, es decir que sea aceptada o querida se necesita esa mínima confianza en la relación, algo que nos proporciona la actitud empática. Es, por tanto, la empatía, la comunicación fluida que surge cuando se produce una conexión y comprensión que hace que la comunicación sea a la vez productiva, sencilla y generadora de satisfacción. Todo comunica, ya lo dijimos en un post anterior, un gesto, una mirada o ausencia de ella, un carraspeo, una relación postural, un suspiro, el ritmo de la comunicacion, en definitiva cualquier componente de la comunicación verbal o no verbal nos crea una impresión y nos asegura una posibilidad de comunicación fluida. ¿No es verdad que algunas personas por muy buenas, bellas, inteligentes que sean, no sabemos porqué nos cuesta trabajo incluso de mantenerles la mirada que no digo ya la conversación? esto pasa incluso sin necesidad de que esa persona nos caiga mal. Es que no hay empatía, no hay conexión. Y sin embargo hay otras personas con las que nos resulta fácil tener cualquier conversación, surge, nos sentimos a gusto. Hay empatía y es por tanto que te gusta estar con esa persona, te ries, te sientes interesante y a la vez te interesa, te sientes cómodo.

Cuando dos personas congenian el lenguaje corporal lo dice todo, incluso aquellas personas que siendo más reservadas o que por sistema toman cierta distancia con el interlocutor es capaz de mostrar señales que te muestras ese congeniar. El como te mira, como sonríe, sus tonos de voz y todo un conjunto de "síntomas" que son inabordables al bloqueo voluntario.

Corresponder al estilo comunicativo de la otra persona no es imitar a la otra persona, ya se encargaran nuestras neuronas espejo de devolver determinados gestos. Corresponder es una forma rápida de congeniar y es una actividad que en principio es subconciente (se puede aprender, fíjense los actores) que trata de reconocer y vincular patrones gestuales, verbales...Así se puede corresponder o de hecho se suele corresponder en respuestas gestuales, movimientos, posición, expresiones. Se corresponde también el ritmo respiratorio, el tono de voz, su ritmo, el volumen, la cadencia de las palabras, los sistemas de representación: visuales, auditivos, kinestésicos. Se puede corresponder tambien en el léxico, la emociones, la experiencia, los valores.

Correspondencia y sobretodo ponerse en el lugar del otro. En algún que otro artículo en este blog he comentado características de lo que llamamos líderes y entre las más importantes aparece el ser empatico, de hecho si hablamos de líderes en el campo de la política es manifiesto que seremos más proclives a aceptar y corresponder con aquellos que ejercen su liderazgo haciendose cargo de la situación, de los sentimientos de los ciudadanos. Un lider tiene que ponerse en el lugar de aquellos a los que lidera, aceptarlos, hacerse cargo de sus expectativas y deseos, y claro tratar de dar respuestas.

El abogado del principio de nuestra historia no se puso en el lugar del trabajador, solo se hizo cargo de su problema desde un punto de vista estrictamente "profesional", los estilos eran contradictorios e independientemente de si ganó o no ganó la demanda, desde luego debería hacerselo mirar, un abogado que no sea empático con sus clientes podrá saber mucho de leyes pero seguro que no conseguirá muchos clientes. 


viernes, 19 de abril de 2013

La política, los políticos, la Democracia... Y Audrey


Vuelvo a parafrasear a Proust como en el post anterior cuando decía “mirar tierras viejas con ojos nuevos” para referirme a la necesaria reinvención de la política y para apostar por un resurgir del concepto “democracia”. En su último artículo publicado en estos días envanguardiadesevilla.com, Alfonso Blanco después de recordarnos a través de los datos de las encuestas del CIS el enorme desapego ciudadano en torno a la política, los políticos y la propia democracia, nos sitúa en la necesidadde, como él dice, tener “versatilidad mental” para abordar un nuevo tiempo en el que se pueda dar la vuelta a esa manifestada opinión. Esto es, la política es necesaria, las personas que dirijan, que lideren lo público también, y más allá de todo esto, es necesaria la profundización en el concepto de democracia, que ésta se perfeccione para dejar de ser una promesa y convertirse en una realidad incuestionable.
Asistí a principios de semana a una más que interesante conferencia dictada por los Catedráticos Ramón Vargas Machuca y Joan Subirats en la que disertaron sobre el futuro de la democracia, y a través de sendas brillantes intervenciones quedó claro que el pronóstico de ese futuro tanto en el polo más pesimista como en el más optimista se torna en imprescindible actualizar los modelos democráticos atendiendo a muchos factores de nueva generación y sobretodo, y esto es de mi cosecha, a la principal novedad, revolucionaria, que atravesando transversalmente el tuétano de la sociedad hasta casi desfigurarla ha supuesto la revolución que proféticamente el profesor Castells denominó “La era de la información”. La comunicación, las herramientas tecnológicas de la comunicación, Internet… son desde mi punto de vista los elementos trasgresores más importantes que vienen configurando la situación de crisis en la que vivimos en estos momentos (crisis por cambio). No es la crisis económica el aspecto más sustancial de la situación actual, no es la causa sino uno de sus efectos. Vivimos en un cambio de época donde, como ha ocurrido en otras, es la comunicación la que ha marcado el devenir de los tiempos y ha transformado civilizaciones…
No podrá abordarse con éxito este cambio con recetas viejas, ya no funcionan, miremos por tanto esas tierras viejas: la política, la democracia…con ojos nuevos. No escatimemos imaginación pero tampoco seamos contumaces intentando todos los días encontrar fórmulas tan originales como excéntricas, y más bien serán la sensatez y ese punto de “versatilidad mental las opcionesmás sugerentes.
A vueltas con los pronósticos, y por no querer parecer ingenuo, más que una “Tercera Ola” a lo Toffler me refiero a algo mucho más latente, palpable. Buscar el pronóstico con la mente abierta pero con la constancia del querer saber hacia donde vamos, rehaciendo nuestra hoja de ruta, la que teníamos, que ya no sirve pero que es imprescindible para construir la nueva. De “adanismo” nada. Recuperar estilos tradicionales con ropajes nuevos y actualizados nos asegura elegancia, y como “la elegancia en el vestir se exige al entrar aquí”, no perdamos el concepto de nobleza, altura de miras y visión empática de la política. Sea elegante por favor, no vaya a ser que un icono de la belleza y la elegancia como mi admirada Audrey Hepburn si levantara la cabeza la tuviera que volver a agachar de vergüenza de ver en lo que nos estamos convirtiendo.

viernes, 12 de abril de 2013

Just like starting over (como si volvieramos a empezar)

El título no es otra cosa que la canción que con ese nombre compuso para el álbum "Double Fantasy" John Lennon meses antes de ser asesinado. Una preciosa canción del genio de Liverpool. Ese título me sirve para introducir brevemente la experiencia emocional de la reinvención y la capacidad de como si fuéramos un portátil, resetearnos (de hecho mi viejo portátil en el que estoy escribiendo este post, después de hacerlo a lápiz, necesita continuamente un reseteo y volver a empezar).

Cuando hablamos de reinventarse o tener la capacidad de corregir errores no es convertirse en alguien distinto a lo que se es, más al contrario, se trata de poner encima de la mesa, sacar desde dentro de nosotros mismos nuestro verdadero "yo". En esa actitud es donde anidan las nuevas posibilidades y la capacidad de transformar nuestras vidas en una nueva experiencia de tranquilidad, ilusión y confianza. Reinventarse no es como quién sale de excursión a descubrir nuevos senderos ignotos, nuevos parajes a los que admirar, reinventarse sería esa capacidad de con nuestras mismos sentidos, con nuestros mismos ojos, ver aquello que antes no advertíamos o nos aparecía como difuso o trémulo. La experiencia del día a día, la determinación a conseguir el verdadero e incontestable objetivo del ser humano que es la felicidad, nos otorga el acto volitivo de creer en lo que no creíamos y sentir lo que antes no sentíamos. Esa nueva mirada nos permitirá alcanzar aquello que antes ni soñabamos e incluso desdeñabamos. Vemos lo que antes vimos pero con otra mirada.

La tristeza tiene unas fases por las que inedudiblemente tenemos que pasar: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Ojo, no confundir aceptación con resignación. La resignación es un estado pasivo mientras que la aceptación es activa y nos permite avanzar. Es en ese momento, si el cambio tiene que venir por una situación de tristeza (duelo, separación, situación traumática...) o desgracia, cuando la aceptación viene acompañada de una nueva mirada con la que enfrentar el mundo, como dice Proust "ver tierras viejas con nuevos ojos". La duda, el miedo al futuro, el temor a equivocarse es lógico y normal, pero igual de normal que esos estados mentales también lo es la capacidad de hacer nuevas y sorprendentes lecturas de lo vivido y surge a veces silenciosamente, otras de manera explosiva la respuesta nueva a los problemas viejos, surge de nuevo la chispa que creíamos extinguida y el motor vuelve a empezar a funcionar (just like starting over). Y ese volver a empezar se torna una experiencia distinta  pero precisamente por nacer de una antigua experiencia se torna más rica e intensa. Hay refranes a favor y en contra de toda esta argumentación desde el "segundas partes nunca fueron buenas" hasta uno de mis preferidos, que no es un refrán sino una cita del insigne Heráclito "nunca te bañaras dos veces en el mismo rio porque corren aguas nuevas". y efectivamente cada volver a empezar es bañarse en aguas nuevas. Si para Parménides el Ser es inmutable y para Heráclito "todo fluye" podemos concluir que la experiencia de la reinvención es todo un "como si" y por tanto un subjuntivo que expresa intención emocional. 

Descubrir sensaciones que no teníamos antes, como cuando escuchamos una canción de un grupo que nos gusta las primeras veces que la escuchamos a pesar de ponerle toda nuestra intención, pues para ello es uno de nuestros grupos preferidos, sin embargo no nos llena, no termina de gustarnos pero poco a poco vamos encontrando esos acordes, esas melodías que al final, en esa segunda lectura o audición mejor dicho, termina por gustarnos. Es el mismo grupo, la misma canción. Seguro pero ahora la hemos escuchado con oídos nuevos y hemos descubierto cosas que antes no nos llegaban y han despertado en nosotros nuevas sensaciones. El Ser de Parménides y el Río de Heráclito. Por cierto, si no la conoces no dejes de buscar y escuchar el Just Like Starting Over de Lennon, y si no te llena, escúchala otra vez, óyela con los oídos del corazón.


martes, 2 de abril de 2013

Todo comunica


Todo comunica” que dice el profesor Joan Costa. Es imposible obviar la comunicación; nuestras palabras, nuestros gestos, incluso nuestros pensamientos no manifestados, nuestras acciones o inacciones. Todo comunica. Los seres humanos al igual que tenemos esos dispositivos básicos del lenguaje, igual que tenemos raciocinio e inteligencia, igual que sonreímos y lloramos: comunicamos. Comunica el recién  nacido cuando balbucea imitando ruidos; comunica el orate quieto, inmóvil, con mirada perdida; comunica la sonrisa espontánea ante una visión o pensamiento agradable. Todo comunica. Por eso en la actividad humana, en la actividad social es imposible desarrollar artificiosas estrategias de incomunicación. Es una cuestión de públicos o como tradicionalmente se decía, de receptores. La actividad social precisamente exige un intercambio y ese intercambio es obligado se quiera o no porque es intrínseco a la propia actividad, lo contrario es absurdo. Si decimos que vemos un partido de fútbol es imposible que eso suceda si no hay dos equipos y un balón, eso como poco; pensar en fútbol o decir que se está viendo un partido donde no se juega al balón es irreal. De esa manera el hombre, como animal social, en palabras de Elliot Aronson se define por esa actividad de interrelación obligada, lo contrario es otra cosa.

Todo comunica y cualquier estrategia que implementemos irá siempre en la dirección de llegar a determinados públicos con un mensaje determinado. Una estrategia de comunicación comunica, y aunque esto parezca obvio no lo es tanto en las mentes de las personas que se tienen que enfrentar a conflictos o crisis en sus organizaciones…En las últimas semanas estamos asistiendo a un proceso importante de crisis en el Partido Popular y al Gobierno de la nación derivada del caso de corrupción que afecta a la estructura más “noble” del Partido. El caso Bárcenas dentro de la trama Gurtell.Financiación irregular, enriquecimientos ilícitos, chantajes, sobresueldos, empresas ficticias…todo un entramado que presuntamente recorre todas las arterias del Partido gobernante y que por consiguiente está dañando de manera clara su credibilidad más allá de su discutible gestión de la crisis económica.

Después de un inicio titubeante ante la situación de crisis que generaron las primeras informaciones sobre el caso Bárcenas con comparecencias insólitas, declaraciones altisonantes, llamamientos a prietas las filas…en cuestión de días la estrategia del Partido Popular y del Gobierno ha cambiado radicalmente: de una sobre exposición ante la audiencia a través de comparecencias continuadas, eso si con extrañísimas ruedas de prensa en las que no se permitían preguntas de los periodistas, se ha pasado a minimizar ese tipo de convocatorias a lo estrictamente necesario y así ya no hay rueda de prensa de los lunes, las distintas voces de los notables del partido han quedado mudos, e incluso más allá de las comparecencias públicas incluso han desaparecido o postergado en el tiempo las típicas reuniones de los órganos y estructuras partidarias que habitualmente en el PP como en los demás partidos celebran sus cúpulas nacionales. Distinto es lo de Rajoy, con una aversión inaudita a hablar en público y mucho menos a los medios de comunicación, y cuando lo hace es capaz de decir cosas tan brillantes como que “los parados son personas que no tienen empleo” “en Cataluña la gente hace cosas” “Alemania es un gran pais o “viva el vino”. Castelar no es, no. Pero a lo que vamos, creen en el Partido Popular que esa actitud de estas semanas de no tener presencia pública y de evitación de cualquier pregunta sobre el caso de corrupción les viene bien, ganan tiempo, “ya escampará, pero más allá de esa consideración, la realidad es que, a pesar de sus intenciones, siguen comunicando, lo más curioso es que precisamente están comunicando lo contrario a lo que pretenden, y de querer demostrar tranquilidad, control y normalidad, lo que va calando en los públicos (la sociedad española) es que tienen miedo, están en caída libre, no se fían de ellos mismos, están agobiados y piensan que hablar les perjudica porque la verdad les acecha. Craso error el que comenten, ellos y cualquier opción política que opte por querer doblarle el pulso al axioma de la comunicación: es imposible no comunicar, todo comunica. Por eso la estrategia del “guarden silencio” es la más chillona y gritona que existe. Si querían intimidad ¿Por qué parece que están todo el día enseñándonos sus bragas y calzoncillos?