GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

sábado, 24 de abril de 2010

¿CAMBIAR PARA GANAR O GANAR PARA CAMBIAR?

La dicotomía a la que se suelen enfrentar los partidos políticos a la hora de afrontar su evolución (generacional, programática, liderazgos...) encierra siempre la cuestión que planteo en el título del artículo. ¿Hay que poner en marcha esos cambios o evoluciones cuando se está en el poder?, o por el contrario ¿Es necesario el afrontarlos como aportación a una futura victoria? Estas cuestiones son, sin duda, algunas y muy importantes, a las que se enfrentan las organizaciones en su devenir cotidiano.

Estamos en un delicado momento de crisis y no solo económica, esta gran primera crisis del milenio alcanza a muchos ámbitos que pasan por la política, valores, educación, en definitiva una crisis social que afecta a todo el mundo. Es la primera crisis global en su extensión y en su profundidad. Parece que ya nada va a ser lo que era y que este cambio va a ser a costa de determinados sufrimientos y sacrificios.

Las certidumbres que antaño protegían nuestra existencia se tornan en incertidumbres al calor de la rapidez con que todo pasa. ¿Que hacer por tanto con la Política?¿Cómo encarar el futuro cuando éste es impredecible. No voy en este corto artículo a pretender dar ni recetas (porque por definición no las hay), ni siquiera pretendo hacer ningun ejercicio de dogmatismo sobre la cuestión. La pregunta del título es un desafío y como tal la planteo.

Sin atreverme a hacer futurología, si que alcanzo a atreverme a señalar que solamente (y hablo de las estructuras partidarias) podremos liderar los cambios si estos van acompañados de un concepto: Participación. Voy a dejar para una posterior entrada en el Blog mis reflexiones sobre la participación y todo lo que supone el Gobierno Abierto, como concepto y como práctica democrática.

Volviendo al inicio: ¿Cambiar? ¿Evolucionar? Una organización que aspire a liderar los cambios (crisis como oportunidad) tiene que ser lo suficientemente flexible para que esos cambios les afecten a ellas en primer lugar...pero...cambiar no es acertar, y para acertar con los cambios es imprescindible saber que es lo que hay que cambiar. Lo contrario es una aventura. Y si el único objetivo es el de ganar, entonces es que no hemos cambiado nada.

viernes, 16 de abril de 2010

LA INFORMACIÓN DIGITAL. PERIODISMO SIN PERIODISTAS

Cuando era pequeño, mi afición al fútbol y mi curiosidad me condujeron a ser un ávido lector de periódicos. Mi padre siempre llegaba de trabajar con su ejemplar del Diario de Cádiz bajo el brazo. Pocos años después también El País fue objeto de mi lectura cotidiana...y así hemos ido creciendo entre periódicos, la radio y la televisión. Nuestra información, la información que hemos ido consumiendo nos ha llegado en distintos formatos que fueron modificándose en su estética o en su número (más periódicos, más emisoras de radio, la multiplicación de las cadenas de televisión). Los avances tecnológicos han hecho posible que esos medios hayan ido evolucionando hasta conseguir techos importantes de audiencia. Lo último, la Televisión Digital.

Nos hemos ido buscando la información, hemos ido tratando de conseguir aquellos productos y servicios que ibamos necesitando, los publicistas iban generando campañas para atraer a más y más consumidores, los periodistas nos iban, como dicen en sus autopromociones, contando las noticias desde lo local a lo global...y en esto llegó la Revolución.

Más de trescientos millones de ciudadanos del mundo tienen su perfil en Facebook, las empresas buscan a sus trabajadores en Likedin, Twiter crece exponencialmente, Tuenti es el principal medio de relación de niños y niñas entre 8 y 13 años. Las compañias saben que al consumidor le interesa menos la publicidad y más la opinión de otros usuarios. En definitiva algo muy importante está sucediendo y tenemos que participar o simplemente estar condenados a no entender el mundo.

La información Digital o como dice el Profesor Gil de Zuñiga, el periodismo ciudadano ha desbancado, y para siempre al periodismo tradicional; la democracia digital tiene más vigor que la democracia formal, aquella que está anclada en sus principios fundacionales. La participación ciudadana se desborda en la Red, hay un interés inusitado por la política, por la participación y el activismo político basado en una información elaborada desde la propia ciudadanía .

Este fenómeno es relativamente nuevo, es lo que llaman el Open Goverment o Gobierno Abierto y que nos obliga, como ya señalaban en el año 2006 el Colectivo Política en Red, a Repensar la Política en la Era de los Movimientos y de las Redes.

Hay millones de blogs en todo el mundo y curiosamente los de temática social y activismo político son los que más abundan, y de estos, la inmensa mayoría de personas que no participan en la vida política convencional. La información ya no tiene que ser buscada, ella misma nos encuentra, la opinión ya no está reservada a políticos profesionales o a columnistas de pedigrí. Ahora todos podemos ser periodistas, políticos, analistas, en definitiva activistas del nuevo concepto democrático.

No en vano los 24 periódicos más importantes e influyentes del mundo vienen, en los 2 ó 3 últimos años, en caída libre tanto en ventas como en inserciones publicitarias. Las televisiones o son interactivas y temáticas o no interesan...por contra el periodismo ciudadano proporciona a los usuarios de internet un espacio público esencial para discutir, poner en entredicho, debatir, o como concepto, hacer ejercicio de democracia deliberativa y reflexiva.