GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

lunes, 17 de octubre de 2011

Transversalidad. Género. Empleo. Andalucía*

En Andalucía, a través de nuestra Carta Magna, como es el Estatuto de Autonomía, nos hemos impuesto como obligación la adopción de medidas necesarias para promover la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres.

En el Estatuto hallamos numerosas referencias a la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, que se establece como objetivo básico de la Comunidad Autónoma, a la vez que se apunta la responsabilidad de los poderes públicos a la hora de garantizarla. En su formulación, el Estatuto hace hincapié, en la línea de la transversalidad del principio de igualdad, en la necesidad de que esté presente en todos los ámbitos de actividad:

Art. 15. Igualdad de género.
Se garantiza la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.

Art. 73. Políticas de género(...) incluye en todo caso:
a) La promoción de la igualdad de hombres y mujeres en todos los ámbitos sociales,
Laborales, económicos o representativos.

b) La planificación y ejecución de normas y planes en materia de políticas para la mujer,
Así como el establecimiento de acciones positivas para erradicar la discriminación por
razón de sexo.

Para llevar a la práctica este mandato de nuestra Carta Magna en Andalucía se crea, formula y aprueba la Ley 12/2007, de 26 de noviembre para la promoción de la igualdad de Género en Andalucía, donde se desarrolla una política global de protección de derechos de las mujeres, contribuyendo a la superación histórica de la desigualdad de las mujeres en Andalucía.Tal y como se establece en la exposición de motivos, esta Ley “tiene como objetivo principal garantizar la vinculación de los poderes públicos en todos los ámbitos, en el cumplimiento de la transversalidad como instrumento imprescindible para el ejercicio de las competencias autonómicas en clave de género”.

Con este objeto, la Ley aporta una clara definición de lo que ha de entenderse por transversalidad de género:

Art. 3.5: “Se entiende por transversalidad el instrumento para integrar la perspectiva de género en el ejercicio de las competencias de las distintas políticas y acciones públicas, desde la consideración sistemática de la igualdad de género”.

Más adelante, la Ley dedica un artículo, el Art.5., a establecer la vinculación de los poderes públicos con la estrategia de la transversalidad de género:

Art. 5. Transversalidad de género: “Los poderes públicos potenciarán que la perspectiva de la igualdad de género esté presente en la elaboración, ejecución y seguimiento de las disposiciones normativas, de las políticas en todos los ámbitos de actuación, considerando sistemáticamente las prioridades y necesidades propias de las mujeres y de los hombres, teniendo en cuenta su incidencia en la situación específica de unas y otros, al objeto de adaptarlas para eliminar los efectos discriminatorios y fomentar la igualdad de género.”

La Ley para la Promoción de la Igualdad de Género en Andalucía, establece, en su artículo 7, la obligatoriedad de aprobar un Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres cada cuatro años, el cual, incluirá medidas para alcanzar el objetivo de la igualdad entre mujeres y hombres y para eliminar la discriminación por razón de sexo.

Tal como indica su nombre, no tiene una simple función de planificación. Su finalidad es estratégica. Con dicho plan se ha pretendido definir las prioridades estratégicas con las que alcanzar la igualdad real y efectiva entre las mujeres y los hombres en los próximos años.

Podemos concluir que indefectiblemente en la lucha por la igualdad, desde los gobiernos que se han ido sucediendo en Andalucía, las políticas de empleo y su transversalidad se han ido configurando como una herramienta recurrente en la que el impacto de género ha sido una variable siempre tenida en cuenta. Por eso si el centro de la Política Social que se ha venido practicando es la lucha por la igualdad de oportunidades, esta lucha ha tenido un cuadrilátero donde se ha estado dando la “madre de todas las batallas”.
 
*Este post ha sido realizado al alimón entre Alfonso Blanco @Alfonsoblancoru y Juan Bouza @juanbouza

jueves, 6 de octubre de 2011

LA CRISIS DEL FIN DEL MUNDO (el de los Mayas)

       Hace un par de años estrenaban en las carteleras de cine una película malísima (pero con efectos especiales espectaculares) que se titulaba 2.012. Una especie de fin de la existencia, una hecatombe infumable que venía al pelo de las predicciones de la civilización Maya de que el mundo se acabará en el 2.012. En Cádiz, donde somos aficionados a la ironía y a sacarle punta a todo, ya hubo chirigotas que decían que entre el fin del mundo y la celebración del Bicentenario de la Constitución, a ver quien encontraba aparcamiento en 2.012. Pues bien llega el 2.012 y aunque no parece que se vaya a acabar el mundo, hay que ser optimistas, no es menos cierto que tal y como se está presentando la situación económica a nivel internacional, las noticias que se nos van disparando al desayunar, las tertulias...lo cierto es que si eso no anuncia el fin del mundo de los Mayas, no es menos cierto que da la impresión que todo apunta a que el retroceso en los niveles de Bienestar van a ser notables. Y lo decimos desde el mundo más desarrollado y con calidad de vida más alto, imagínense en países en vías de desarrollos o continentes enteros como África.

     No pretendo, por lo menos en este post, hacer una recopilación de datos sobre la crisis económica, social...ni siquiera voy a expresar mi opinión o mi visión sobre el futuro, eso lo haré más adelante al estilo de "Algo va mal". Lo que trato de expresar es sobretodo mi desazón por una situación que evidentemente nos va a cambiar nuestro estilo de vida para los próximos años a menos que seamos capaces de rebelarnos ante una crisis impuesta por esos que llaman "los mercados" los cuales han conseguido cambiar la lógica democrática por otra basada en el poder de...los poderosos. Necesitamos por lo tanto rearmarnos para buscar entre todos los mínimos comunes que nos permitan restaurar los valores democráticos, y como decía Mayor Zaragoza en una conferencia a la que asistí ayer en Cádiz: "La democracia no es, ni mucho menos, que podamos ir a votar cada cierto tiempo y contar votos para saber quien gana y quien pierde. La democracia no es para contar es para que cuenten con cada uno".