GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

martes, 25 de junio de 2013

CIEN

Esta es la entrada número 100 del blog. Casi todas ellas corresponden a artículos escritos y apenas tres o cuatro en formato video. Son cien posts en los que en estos últimos años he procurado plasmar, supongo que en algunas ocasiones con mayor acierto que en otras, ideas, opiniones, pensamientos, conocimientos, sentimientos y emociones sobre distintas temáticas: política, comunicación, psicología...en un estilo variado que en algunas ocasiones se torna humorístico, irónico, otras reflexivo y sesudo, buscando complicidad y lo íntimo para que en definitiva aquella persona que como tú los lee con cierta asiduidad pasara y pase esos cinco minutos con agrado más allá de que se comparta o no mis puntos de vista, el tono o la propia calidad "literaria".

No es este un blog masivo, evidentemente, en cuanto al número de lectores, aunque bien es verdad que yo mismo me he sorprendido del número de visitantes de algún que otro post y con un número global que a la fecha superan los 36.500 visitantes. En cualquier caso mi intención no es otra, como les suelo decir a los que me preguntan, que un divertimento, una manera de comunicarme, de expresarme, de desvestirme cada semana en cada artículo, algunas veces utilizando las dobles lecturas, las subliminales, guiños a no se quien, explosión de estados de ánimo, unas veces positivo, otras negativo, optimista, pesimista, y todo a través de las posibilidades que nos ofrece la informática, Internet y este lío de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.

Es curioso como he encontrado, y me siento muy halagado por ello, seguidores entusiastas de cada entrada, muchos que se sienten identificados cuando hablo de cuestiones relacionadas con la psicología emocional, otros en mis críticas políticas, muchos que siguen con más interés aquello que escribo en relación con la comunicación, a todos les estoy muy agradecido porque al fin y al cabo al hacer públicos los artículos gusta saber que hay personas al otro lado que disfrutan con tu pequeña redacción. Hay quienes me han animado no solo a seguir con el blog sino incluso a ser más profuso y prolífico en las publicaciones, otros incluso conversan conmigo en la red e incluso otros que me piden que lo deje por aquello de que parece mucho esfuerzo para tan poca notoriedad (la verdad a estos últimos los entiendo menos puesto que no es un esfuerzo para conseguir objetivos numéricos lo que persigo).

Estos artículos están escritos con mucha rapidez de ahí que contengan muchos errores y de todo tipo, apenas los corrijo y suelen ser producto de una escritura de carrerilla en no más de 25 a 30 minutos y siempre a lápiz y papel para después pasarlo al ordenador, por ello pido disculpas si en muchas ocasiones no tienen la calidad que seria deseable y exigible. Tampoco los temas que surgen en cada uno de ellos son producto de ninguna planificación previa, surgen en el momento y a veces, aunque esto sea una especie de boutade, confieso que me ha surgido un título sin saber a ciencia cierta de lo que iba a escribir, y esos títulos en muchas ocasiones eran casi soplados en conversaciones, en frases o sentencias que me gustan: "Tiempo al tiempo", "Ojú que difícil. Decidir", "Juan es mortalll!!!", "Medium virtum est", "lo mejor está por llegar"...y así títulos que me inspiraron escritos y no al revés.

Hay mucho de vivencias personales en todos estos artículos, es lógico que no podamos desprendernos de nuestra cotidianidad, incluso la más íntima, e impregnar cada palabra, cada frase, cada concepto con la realidad personal de nuestro día a día. No se, en cualquier caso, si daré por concluido este Blog "Geografías Humanas", cien es una cifra bien redonda para dejarlo ahí e incluso hacerme una edición recopilatoria de estos recuerdos (ya digo que muchas de las entradas tienen un significado vivencial muy intenso para mi como es lógico). No se si seguiré escribiéndolo, ya me diréis. Aunque si sigo con estas Geografías es probable que amplíe no solo el abanico de temas a abordar sino también adentrarme en registros más literarios, si es que soy capaz, claro que sin abandonar lo que para mi son mis clásicos, sin dejar de ver casi todo como una película: "Linconl", "Los Puentes de Madison", "Jo que noche", "El bueno, el feo y el malo", "La vida de Brian", "El Apartamento"...películas estas y algunas más que aparecen en estos artículos. Les seguiré poniéndole música (Los Beatles sobretodo). Mis actores y actrices fetiches: Maryl Streep, Audrey Hepburn, Clint Eastwood, Shirley MacLaine...pero todo y por encima de todo hablándote a ti, cerquita, casi al oído, haciéndote reír o a veces incluso enfadarte, o motivarte, espero que también enseñándote algunas cositas que se, pero todo con un susurro, los dos solos, porque esto solo lo escribo para ti y para mi, sin más pretensiones que comunicarme contigo (es curioso como algunas personas siempre me han achacado cierto autismo o cierta incapacidad expresiva o de transmisión de emociones. Eso de "Juan está en su mundo"). Por eso, ahora que no nos ve nadie, ni nos escucha nadie, déjame que te diga mientras sonrío: Gracias!!, gracias por estar ahí y por hacerme un guiño de complicidad. Disfruta lo vivido pero no te olvides como rezaba en uno de los post que lo mejor está por llegar.

jueves, 20 de junio de 2013

La Vida de Brian



Como ya te dije no suelo dormir mucho, no porque no quiera o no lo necesite sino porque los episodios de insomnio me son habituales. Por eso te quiero contar que ayer en uno de esos momentos en blanco decidí ponerme una película y hacer más llevadero mi desvelo. “La vida de Brian”. Una película que no hace falta que te la pormenorice porque es casi seguro que la habrás visto. Unas risas para dormir contento.

La primera vez que vi esta cinta fue poco tiempo después de su estreno en 1979 y recuerdo como se me salían las lágrimas a borbotones de la risa ante la propuesta tan inteligentemente divertida que nos propusieron los Monty Phyton. Son múltiples los momentos divertidos, todos diría yo, en esta película que pagó de su bolsillo el ex Beatle George Harrison y que concitó las críticas más entusiastas de los expertos y del público en general y las más duras de sectores reaccionarios.

Me he vuelto a reír a ”a saco  esta madrugada con algunos de los “gags” continuos y todas las situaciones y diálogos. De entre las escenas más hilarantes y a la vez con un fondo más crítico me quedo con aquella en la que se reúne la oposición a los invasores romanos de manera clandestina para diseñar acciones de combate contra esa dominación. Estos judíos de Jerusalén acuden a la reunión divididos entre los que son partidarios del Frente Popular de Judea y los del Frente Judaico Popular además de un disidente a la espera de montar una nueva facción. Desternillante el diálogo que concluye entre reproches en un galimatías entre los pocos, poquísimos asistentes y miembros de cada grupo. Nadie, y mira que les unía el enemigo exterior, es capaz de ponerse de acuerdo y ni por supuesto coordinar la mínima acción conjunta contra el adversario común: el invasor romano.

En definitiva una gran película y una escena genial. Me lo he pasado, una vez más, estupendamente y aunque el film tenga 34 años desde su estreno no ha perdido su vigencia y envejece con mucha dignidad. La habrás visto y si no es así ya estás tardando. Al final escuchar la canción mítica con los crucificados “Always look on the bright side of life”: Mira siempre el lado positivo de la vida.

Eso es lo que tu y yo queremos hacer, ver lo positivo, el lado bueno, que seguro cualquier cosa tiene…y hablando de “La Vida de Brian”,  estuve en la Asamblea del Frente Popular de Judea… ¿o fue la del Frente Judaico Popular?... En fin, tocan risas. Always look on the bright side of life

viernes, 14 de junio de 2013

ÍNTIMO. Brevísima serenata nocturna de comunicacíon



Entre tu y yo, ahora que no nos escucha nadie y que por la noche tendemos a hablar más bajito. De fondo el ruido de los camiones de recogida de basuras (¿seguro que no los hay más silenciosos?), algún grillo que ya ha dado por bueno que entra el verano aunque este año ha servido el dicho de “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”. Ahora, aquí tumbado, podemos hablar. Recuerdo cuando no había teléfonos móviles, no todos tenían fijos en sus casa, eso de Internet solo existía en la mente de algún informático del ejercito americano, whatssapp en gaditano solo existía la “guasa”, los emails ni se intuían, una videoconferencia era cosa de “Odisea del Espacio”…recuerdo como hacíamos una revista en un ejemplar que conocí de una “vietnamita”, el como después llegaron la fotocopias para sustituirlas, la “magia” de un fax (algo incomprensible para mi pequeña cabezota). De cómo una convocatoria o se hacia por correos o simplemente no se hacía, y como esperar que la Televisión Española nos pusieran aquellos títulos que se nos pasaron en su estreno en el cine.

Ahora que es más fácil y que la Melatonina no me hace efecto, podemos hablar lo que nos de la gana hasta que uno de los dos diga “lo dejamos que es muy tarde”, y lo hacemos por algún canal de los mentados antes, utilizaremos el teléfono móvil si me quieres escuchar, también lo utilizaremos si me quieres ver, y por supuesto también utilizaremos el teléfono móvil para “whatssappear”, o chatear en Facebook o lanzarnos DM en twitter. Todo ha cambiado y en esta revolución que ha supuesto Internet, estarás conmigo, lo más importante, lo que de verdad le ha asegurado su viabilidad per seculam, es que nos ha facilitado que tú y yo nos podamos comunicar, e incluso nos permite anunciarnos para esa comunicación, como cuando dejamos abierto el whatssapp para que si ves en noches como esta que estoy “en línea” y sepas que estoy esperando tus mensajes. La comunicación ha cambiado y nos ha cambiado. Todo es más íntimo y a la vez todo es más público en este radio patio. Emisores, receptores, públicos, canales, distribución, contenidos… Cambia la comunicación y los paradigmas que la sustentaban, aunque permanece inalterable que en definitiva todo comunica y que seguimos queriéndonos comunicar, nos gusta comunicarnos y decirnos a golpe de clic lo último que nos ha pasado. Guardamos cada vez más respeto a nuestra intimidad y a la vez nos encanta publicar en Facebook las fotos de la fiesta a la que fuimos ayer.

Vivimos, los que ya tenemos una edad en la que comienza a ser real que tenemos más visión por el retrovisor que por la luna delantera, en una especie de película de ciencia ficción en la que sin darnos un guión concreto participamos activamente en esa maravilla de ciberespacio cruzándonos todos los días centenares, miles de millones de mensajes que comunican todo lo más tierno y todo lo más duro. Somos todos protagonistas de una película en la que todos los días estrenamos una nueva historia que comienza en nuestros sueños e ilusiones y la editamos con nuestros pulgares acariciando nuestro smartphone.

En fin, solo quería decirte, así entre nosotros, que en unos días llega el verano y que por las noches entre el calor y que no tengo sueño podemos hacer lo que mejor hacemos los humanos: comunicarnos.

miércoles, 5 de junio de 2013

Emigrantes


Me imagino que cuando mi padre emigró a Alemania en la década de los sesenta llegaría a Frankfurt con su maletita bien atada con una cuerda y con igual cantidad de miedo que de vergüenza ante lo desconocido. La España del desarrollismo consistió entre otras cosas en la expulsión de más de un millón de españoles a países como Bélgica, Alemania, Francia, Holanda…en busca de oportunidades, en búsqueda de una nueva vida donde el bienestar y la prosperidad fueran frontispicio del presente y del futuro. Hubo de todo. Me contaba mi padre como se vivía en esos barracones de la Opel donde españoles, griegos, portugueses…hacían cruces pensando en mejorar su situación. Muchos se quedaron y prosperaron, otros volvieron ante la mínima oportunidad de trabajo en España. Y todos, al fin y al cabo, con una experiencia tan importante para ellos que la irán contando como una heroicidad a sus hijos y nietos como la aventura que realmente fue.

Recuerdo a mi padre como se entusiasmaba hablándome de un tal Willy Brandt y una cosa que se llamaba socialdemocracia. De cómo él pensaba que el muchacho ese, Felipe, tendría la responsabilidad de hacer lo que Brandt hizo en Alemania. Emigrantes españoles, con una mano delante y otra detrás, sin más formación que la recibida en la “universidad de la calle” queriendo salir de las calamidades que de niños les trajo la posguerra y que a pesar de la propaganda franquista y opusdeista de la época, la realidad es que no había ni hay familia española de clase media o baja que no tenga entre sus miembros a alguien que no se tuviera que ir  a buscar fuera lo que se les negaba dentro.

Han pasado décadas, han pasado muchas cosas, nuestro pais es hoy un pais libre, democrático, social y de derecho (lo pone en la constitución). Yo, hijo de obrero, uno de esos obreros que tuvieron que salir a buscarse la vida por esos mundos de dios, de esos españolitos que desde Alemania lo único que les llegaba de España eran los goles del Madrid en la copa de Europa y la canción del emigrante de Juanito Valderrama; pues bien, hijo de ese obrero yo he podido ir a la Universidad, formarme creo que intensamente, hacer oposiciones, tener incluso responsabilidades importantes. En definitiva y en su justa medida, yo, como tantos otros somos ejemplo de la evolución de este pais, tanto en lo político, en lo económico como en lo social. Tanto se evolucionó que en las décadas de los noventa y dosmil pasamos de ser un pais de emigrante a serlo de inmigrantes, miles de personas que venían a nuestras tierras a buscar las oportunidades que les eran vedadas en las suyas.

Hoy, avanzado ya el 2013 es notorio que la historia, que es como una noria, se repite, y hombres y mujeres de España vuelven a necesitar salir a otros países para encontrar un futuro laboral minimamente digno. Miles de personas vuelven a cruzar los pirineos. Esta vez no se va con maletas atadas a cuerdas, los que van no son, como mi padre, analfabetos. Ahora se van jóvenes de los que llamamos sobradamente preparados, ingenieros, médicos…los cuales se van a los mismos países a los que se fueron sus padres y abuelos hace 50 años. Afortunadamente, como digo, gracias a la evolución de nuestra democracia y las políticas de bienestar que hemos disfrutado, los emigrantes de ahora se van en otras condiciones, por lo menos en cuanto a la formación que tienen. Pero se van. Es triste, pero es así. Y no se van porque quieran (me pitan los oídos cada vez que escucho a la señora Bañez, ministra de empleo del reino de España decir que eso no es emigración que es movilidad exterior. O al señor González Pons decir que no es emigración porque irse a otros países de Europa no es salir fuera), se van porque aquí no se les ofrece nada de nada. Un Estado invirtiendo en los últimos 30 años en formar de manera excelente a nuestros jóvenes para después echarlos a otros países para que ellos rentabilicen esas capacidades. Inaudito.

Tengo dos hijas, Cecilia y Helena, tienen catorce años y aún les queda tiempo, pero me da miedo sus futuros, así que por lo menos, si nos dejan, intentaremos que se formen para que por lo menos tengan la oportunidad de emigrar.