GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

jueves, 30 de mayo de 2013

Hacer lo que si se puede hacer





Artículo que me publicaron en el Diario de Cádiz el pasado lunes 27 de mayo

HACER LO QUE SI SE PUEDE HACER

Los últimos datos de paro, tanto los ofrecidos en la EPA como el del registro del Servicio Público de Empleo,no son más que una piedra que se suma a la insoportable situación que se está padeciendo en toda España y singularmente en nuestra provincia. Tanto si cogemos el dato de la EPA (234.000 parados) o el del antiguo INEM (206.000), no hay consuelo. Además si añadimos que prácticamente la mitad de estos desempleados no tienen cobertura de prestaciones, que las cifras nos digan que casi uno de cada dos activos de Cádiz está parado y que la situación en el grupo de edad de jóvenes es escandalosa con un 60% de desempleo, llegamos a algunas conclusiones que no únicas: Algo se ha hecho y hemos hecho mal en la provincia (el paro no es un castigo bíblico). Estamos incubando un casi inevitable estallido social (los índices de pobreza se disparan). Se está hipotecando el futuro de varias generaciones. Y en cuarto lugar consigno alguna apreciación de tipo psicológico: El ciudadano tiene miedo, no ve salida ni presente ni a futuro, da la impresión que nada ni nadie se va a salvar de la quema.

Independientemente de la opinión que nos merezcan las políticas que se están poniendo en marcha tanto por el gobierno de España como por la Junta de Andalucía, y de la incidencia que éstas tengan en la situación actual, lo cierto es que en los mejores momentos del mercado de trabajo, allá por el 2006, con una tasa de paro del 13% enCádiz, aún siendo nuestro mejor dato, se seguía estando en el vagón de cola del solar patrio. Hoy tenemos cerca del 42% y da la impresión que la vuelta atrás no es previsible por el momento. Es decir, la provincia de Cádiz siempre en el ojo del huracán de los peores números. Empresas que cierran, inversiones prometidas que nunca llegan, industrias del sector público con futuro incierto y sin embargo sin que se pongan alternativas, Ayuntamientos en bancarrota…

Ante tal apocalíptico pero real escenario cabe preguntarse ¿se puede hacer algo desde Cádiz? ¿Puedenlos partidos políticos de Cádiz, los empresarios de Cádiz, los sindicatos de Cádiz, la Universidad de Cádiz, la ciudadanía de Cádiz hacer algo por Cádiz? En este punto siempre podemos (de hecho es lo que se suele hacer) mirar hacia otro lado, decir que si Bruselas, que si Madrid, que si Sevilla o el mismísimo sumsum corda. Y no falta razón al mirar a esos centros de poder, son ellos quienes desde instituciones públicas o privadas de esos y otros lugares los que toman las decisiones. Pero veamos, siendo así, la tarea que precisamente demanda la situación es la de intentar convertirnos todos los nombrados (partidos, sindicatos, empresarios, universidad, medios de comunicación…) en una especie de “escrache” (entiéndase bien) sobre aquellos que tienen en su mano revertir el estado de las cosas de la provincia. Cuando en algún momento, escaso, mínimo, desde instituciones representativas como el Consejo Económico y Social u otros de ámbitos menos institucionalizados ha habido una apuesta unánime, clara y bien argumentada sobre temas como fueron las inversiones en infraestructuras en la provincia se consiguieron algunos objetivos importantes. ¿Es posible buscar elementos comunes por los cuales se pueda concretar alguna propuesta que sea defendida y peleada por encima de intereses políticos partidarios o de cualquier otra índole ajenos a la búsqueda de una salida a este desastre? ¿Es posible llegar a Bruselas, Madrid o Sevilla con una agenda común irrenunciable entre partidospolíticos y agentes económicos y sociales? ¿Merece la pena de hablar sin tapujos de por ejemplo el futuro de Astilleros, el corredor ferroviario desde Algeciras, las Aletas…y así de unos cuantos temas que sin duda tienenuna fuerte incidencia en la economía y en el empleo provincial? Me consta que por parte de los responsables empresariales y sindicales están por la labor. Yo diría que lo han estado siempre. La apuesta es sencilla: intentarlo o no intentarlo, actuar como lobby gaditano (por no utilizar la palabra “escrache”) y plantarnos ante las distintas instituciones no para pedir limosna sino para dar respuesta a los que nos tienen que dar respuesta.

En definitiva, sea de la forma que sea pero desde luego sin esos anuncios cosméticos sobre pactos que todos sabemos que no son hechos desde la autenticidad, senecesita un acuerdo leal y sincero. Cádiz está en una situación de emergencia que solo es apaciguada por un sistema de protección social potente, el cual por cierto lo van desmantelando, y por los colchones familiares de ayuda que evitan muchas desgracias. Esa realidad insostenible necesita, por tanto, una reacción contundente, cívica, sensata, no para ingenuamente creer que vamos a arreglar la economía del pais, pero si que con ello vamos a poner de nuestra parte lo mejor de nosotros mismos y de una de las principales vocaciones de la Democracia: el dialogo, el acuerdo y la unidad para conseguir objetivos comunes.

Es posible que todo esto suene a ingenuidad y utopía. Soñar con que seamos capaces de luchar por nuestras cosas. Aportar nuestra ilusión para sortear uno de los momentos más duros que nos va a tocar vivir como colectivo. Es posible que sea un sueño y que termine por despertarme dándome de bruces con la cruda realidad, entonces tendré que decir lo que le dijo Clint Eastwood a Meryl Streep en Los Puentes de Madison: “Tuve muchos sueños, ninguno se cumplió, pero fue bueno tenerlos”.

lunes, 20 de mayo de 2013

Emociones y Autismo


Las emociones forman parte esencial del desarrollo de una persona. Lo afectivo es intrínseco a la especie humana y por tanto la comprensión de dichas emociones y la capacidad de expresarlas se torna un aspecto fundamental. Hemos visto a lo largo de una serie de posts conceptos como empatía, asertividad, felicidad, pasión…todos ellos de tipo emocional de los cuales sabemos todos de su importancia para nuestras vidas: saber ponerse en el lugar del otro, hacerse cargo de sus sentimientos, expresar opiniones contrarias a las del interlocutor sin agresividad, la capacidad de conseguir entrar en estado de flujo. Todas esas manifestaciones de nuestras emociones conllevan la comprensión del mundo que nos rodea, tener la capacidad de inferir o deducir emociones, pensamientos, en definitiva estados mentales de los demás. Esto es lo que se llama Teoría de la Mente (Baron-Cohen). De la misma manera que en “sonría por favor” hablábamos de las neuronas espejo que imitaban un gesto tan característicamente humano como la sonrisa, nuestra teoría de la mente hace aún mas sutil esa relación entre sonrisa y sonrisa, aquí ya no solo trabajamos con un cerebro que nos imita rasgos o gestos faciales, tenemos una mente que reconoce en esa sonrisa un estado mental, una emoción, y comprendida esta, es capaz de devolverla con otra emoción.

Según nos vamos desarrollando, madurando física y psíquicamente, nuestra Teoría de la Mente se va, digamos, afinando, entrando en campos de mayor sutileza; nos sirve, por ejemplo, para discernir entre realidad y ficción, entre engaño y verdad, como si dijéramos que nuestro desarrollo nos quita ingenuidad y nos hace ganar en matices.

En el Trastorno del Espectro Autista (TEA), llamado así por ser un continuo diverso de características y no una forma única de presentación, una de las afecciones más importantes que provoca, o mejor, que están dentro de esa sintomatología, es la carencia o función disminuida de la Teoría de la Mente y por ende una dificultad en los siguientes aspectos:

1.- Identificar emociones
2.- Habilidad para regular las propias emociones
3.- Dificultad para compartir sentimientos
4.- Disminución de la capacidad para ver las cosas desde el punto de vista de los interlocutores
5.- Dificultad en la identificación de las causas de sus sentimientos

Estas dificultades, como otras, en otras dimensiones del espectro autista, nos ofrecen “a priori” un panorama desolador y a lo largo de la historia en la investigación de las causas de dicho síndrome se han dado explicaciones tan erróneas como absolutamente perjudiciales tanto para el propio autista como para sus progenitores al hacer como causante directo de este padecimiento la crianza; así se estableció que padres y madres muy severos, niños no deseados, falta de cariño…eran los desencadenantes. Hoy afortunadamente esta teoría psicodinámica está totalmente rechazada y se abordan las investigaciones desde un punto de vista holístico, buscando en lo genético, lesiones estructurales, neurología…siendo el aspecto comunicativo y emocional uno de los que despierta una mayor controversia por precisamente el hecho de ser un trastorno de amplio espectro, desde los llamados Asperger con niveles de menor afectación, a los autistas mas severos con gran discapacidad.

Como residuo de muchos de los mitos que han ido acompañando todo lo relacionado con el autismo aun quedan algunos sobretodo los que relacionan la disminución o baja funcionalidad de la Teoría de la Mente con una supuesta incapacidad manifiesta de los afectados por el Trastorno del Espectro Autista para tener emociones. Esa afirmación es totalmente equivocada y solo el hecho de establecer esa sentencia impide que muchas de estas personas reciban los acompañamientos (no creo que se deba decir tratamientos) adecuados para optimizar su capacidad de relación con el entorno. ¡Claro que los autistas tienen emociones! Muchos de los mal llamados autistas inteligentes o Asperger pasan absolutamente desapercibidos, no son diagnosticados y son capaces de llevar una vida normal, se casan, tiene hijos, relaciones interpersonales enriquecedoras… y si hablamos de los mas gravemente afectados y con dificultades cognitivas más serias, precisamente entornos emocionalmente adecuados ofrecen resultados importantes en la calidad de vida de estas personas, y hablar de calidad de vida conlleva hablar de desarrollo emocional.

jueves, 2 de mayo de 2013

TIEMPO AL TIEMPO


Parece que el tiempo es limitado, pero la realidad es que el tiempo, su limitación, no es producto de que pase más o menos rápido o que como magnitud tenga una materialidad que lo haga finito. Es una categoría que nosotros vallamos, cercamos para su mejor comprensión. El espacio y el tiempo son intuiciones puras según Kant, estructuras apriorísticas que cada sujeto colocamos a todo aquello que experimentamos como percepción de la realidad física y en el caso del tiempo también a la psíquica o mental. Son como las gafas que nos ponemos para percibir bien la realidad.

El tiempo es una magnitud que colocamos para regular efectivamente nuestra existencia. Sin ese a priori no podríamos vivir o nuestra vivencia sería asimilable a la de un vegetal o a la de una espiral desordenada y onírica. Algunas enfermedades mentales muestran ese caos, mostrándonos una psique absolutamente desorientada y fragmentada. Por eso la organización, la gestión del mismo y el adaptar su extensión vinculada a nuestros propósitos es como si las gafas que nos ponemos los miopes están bien graduadas, lo cual facilita nuestra existencia, la hace “más real” y sobretodo es una manera de domar una magnitud que puede servirnos “disciplinadamente”.

Si atendemos nuevamente al filósofo Kant, insistimos en que sitúa el tiempo como categoría apriorística que nos hace darle “sentido” a nuestras percepciones físicas y psíquicas. En este punto le voy a añadir una nueva dimensión: la emocional. El tiempo también modula las “realidades”o experiencias emocionales tanto como las mentales o físicas. De hecho en las relaciones interpersonales o concretando en cuestiones tan importantes como por ejemplo puedan ser los sentimientos, atracción entre personas…el tiempo actúacomo argamasa de esa situación de contenido básicamente emocional. El tacticismo de las parejas cuando van a comenzar o intuyen la posibilidad de comenzar una relación. El tacticismo que opera en las relaciones personales en el lugar de trabajo… Frases como “dejar pasar el tiempo”, “poco a poco”, “el tiempo dirá”…o alguna del tipo “se te va a pasar el arroz”, son muestras claras de cómo la configuración de la categoría del tiempo influye tácitamente en el contenido emocional o como catalizador de conductas actuales y futuras. Una de las frases que mejor definen la importancia de colocar al tiempo como estructurante de la realidad es “tiempo al tiempo”, una frase que pronuncia machaconamente una amiga mía en referencia casi exclusiva de realidades emocionales y que viene a señalar las siguientes conductas, acciones o significados. 1. Dejar que las cosas fluyan sin intervención. Una suerte de laissez faire de lo emotivo. 2. Acotar las acciones en el tiempo o “cada tiempo tiene su afán”. 3. Descargarse de responsabilidad,o que eso que llamamos tiempo llegue un día y nos diga “esto es lo que hay”. 4. Depósito de confianza en que al igual que el Big Bang me explica el origen del universo y su desarrollo posterior a través de una secuencia espacio-temporal, hágase igual con lo emocional: de la explosión al orden. 5. Tiempo al tiempo me sirve igual tanto si conozco mis objetivos como si no los intuyo. Tanto si confiamos en que el paso del tiempo inexorablemente me conduce a la consecución de los objetivos previos, como si estamos por la labor de aceptar la sorpresa que nos deparará. 6. En caso de duda, patadón. En el fútbol a los defensas se les pide que cuando tienen dudas de que hacer con el balón en la inmediaciones de su propia área que lo despejen con una patada lo más lejos posible. 7Tiempo al tiempo es también la consagración de cierto método científico que en este caso aboga por verificar las resultantes del paso del tiempo, verificar la realidad y obtener una conclusión imposible de falsear.

En definitiva, como conclusión sacamos que la gestión del tiempo también (y eso ya lo sabemos) es cosa de lo emocional y que por tanto una hábil organización del mismo nos procura un mayor control sobre esas circunstancias. Y si no: TIEMPO AL TIEMPO