GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

domingo, 21 de marzo de 2010

COMUNICACIÓN PARADÓJICA. CUANDO LO QUE SE DICE NO ES LO QUE SE HACE.

"Una paradoja es una proposición en apariencia verdadera que conlleva a una contradicción lógica o a una situación que infringe el sentido común. En palabras simples, una paradoja es lo opuesto a lo que uno considera cierto: es un contrasentido con sentido ". Aunque no soy un apasionado de la Wikipedia, me he decidido por situar ésta como una buena definición de paradoja, la cual me permita avanzar sobre el artículo defendiendo la idea de que las comunicaciones paradójicas o contradictorias son percibidas por los receptores de los mensajes tarde o temprano, y por tanto, es harto probable, que no prosperen como comunicaciones eficaces.

En política es muy importante que los ciudadanos y ciudadanas perciban los discursos políticos como verdaderos, ausentes de malicia, o como poco, que no escondan intenciones ocultas por muy decentes que estas sean. Así, cualquier discurso (entendiendo por discurso no la oratoria, sino la correlación de ideas expresadas en cualquier tipo de formato y que dan coherencia a la retahíla de deseos o intenciones, bien de una persona o bien de un grupo), debe ser percibido como auténtico. Lo que en comunicación es imposible, por paradójico, es que a la vez que decimos sí, movamos la cabeza en sentido negativo.

Hoy por hoy el formato en el que se transmiten los mensajes es muy importante: las nuevas tecnologías nos han cambiado el mundo, pero sobretodo ha cambiado la información, de hecho como afirma en su famosa trilogía el Doctor Castells, estamos inmersos en la era de la información. El formato, el canal de transmisión ha cambiado nuestras vidas. Ya no es necesario que nos pasemos toda una vida esperando que alguien nos publique nuestros escritos, los hacemos nosotros mismos, este blog es vivo ejemplo de ello. Las redes sociales, la web 2.0, el correo electrónico, la telefonía móvil, la televisión interactiva, los libros electrónicos...y no sé cuantas cosas más que multiplican exponencialmente el número de inputs que procesamos como información.

La información on line, en tiempo real, es valorada como uno de los grandes avances civilizatorios que ha afectado a todos los contextos de nuestra vida: esta crisis tiene carácter global porque ya es casi imposible que cualquier cosa quede reducida a un nivel local. El movimiento de capitales, el comercio mundial...una economía global, y todo a una comunicación global.

...Y siendo todo esto realmente importante, hay algo que aún, como decíamos al principio del artículo, no ha cambiado: si no haces lo que dices, el receptor se considera engañado...y en política aunque el formato tiene una gran importancia, es preciso que se transmita sobretodo credibilidad. El ciudadano que ve creíble lo que dices, te apoya, si comprueba que el formato o el canal es lo que priorizas, que el mensaje es uno pero la actuación otra, descubre la paradoja e inmediatamente te abandona.

Desde la opción progresista, siempre hemos dado una gran importancia a la credibilidad, de hecho si hemos sido capaces de gobernar desde el PSOE de Andalucía 30 años, es porque han existido pocas paradojas entre nuestro discurso y nuestra acción, y no solo en nuestra relación con la ciudadanía, sino también entre nosotros, en lo interno. No solo vale el discurso, no solo vale el cómo decimos las cosas, no solo vale la intención, sobretodo vale que lo que hagamos sea un correlato de todo lo anterior. Hablar de profundizar en la democracia interna es un buen discurso, siempre será interesante el fomento de la participación de la militancia, pero si la práctica es la contrario, la práctica sectaria, la del gobierno de las élites, de la laminación del otro, la de deslegitimar cualquier opinión por distinta, confundir la discrepancia con la disidencia..., es directamente una paradoja, que en términos políticos supone un suicidio. Y no deberíamos suicidarnos.

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