GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

jueves, 20 de septiembre de 2012

Luchar por lo que se quiere


La historia de la humanidad está llena de episodios heroicos de personas, pueblos, de civilizaciones enteras que nunca entregaron la cuchara, si vale le expresión, ante la persecución de un objetivo por muy quimérico que este pudiera parecer. Como decía Clint Eastwood en “Los puentes de Madison”: “Tuve muchos sueños, ninguno se cumplió, pero fue bueno tenerlos”. Los sueños, las aspiraciones, las expectativas, los deseos, individuales y colectivos, han sido lo motores que han movido el transcurrir del tiempo desde que el mundo es mundo. Como he dicho en otros artículos: La visión, la misión y los valores. Si quieres algo búscalo, persíguelo, y no desesperes ante la adversidad porque como dice Santiago Álvarez de Mon: “la adversidad atraviesa eléctricamente tejidos, pensamientos y emociones, provocando una nueva jerarquía de sueños y aspiraciones. Enfrentada con lucidez y determinación, se puede alumbrar una feliz paradoja: la inicial oscuridad y espesura puede trocarse en luz y claridad sabias. En sus involuntarios remangos se puede arribar a la abundancia y plenitud moral”. Así es, y por eso no vale la resignación, incluso en la derrota, apuestas y puedes perder, como cantaba Hilario Camacho “tristeza de amor, jugando a ganar, has vuelto a perder”, pero apostar es ganar un poco porque por lo menos la pelea te devuelve la dignidad y el poderte decir, yo lo intenté.

Así, en estos tiempos convulsos que estamos viviendo, donde da la impresión de que todo se derrumba a nuestro alrededor, donde vemos personas, familias, gente de toda condición humilladas y postradas por la situación a la que esta crisis económica, social y moral las está llevando, es posible que no se tenga solución, que la irreversibilidad de la situación nos puede llevar a comportarnos con una actitud de indefensión aprendida, poniendo la espalda para que quienes controlan el cotarro nos sigan azuzando sin descanso.

Pero no podemos permitirnos eso, no nos conformamos con perder sin luchar, aunque nuestra lucha pueda parecer estéril, porque mientras se lucha nos mantenemos en pie, tenemos la esperanza, aunque sea la esperanza de los estúpidos, aunque la victoria no dependa incluso de nuestra lucha…pero no vale resignarse. Yo no me resigno. Por eso la ciudadanía tiene que rebelarse definitivamente para luchar por lo que quiere, la derrota no es un deshonor solo la consecuencia de la pelea. Si no nos hacemos oír, si no trabajamos para conseguir el objetivo, la quimera desaparece y la realidad nos golpeara en la cara de manera inmisericorde. Hartos del paro, hartos de la pobreza, hartos de los engaños, hartos de las injusticias...Otro mundo es posible, y hay que comenzar por decir YO NO ME RESIGNO.

4 comentarios:

Jesus Lopez dijo...

Muy bueno Juan, muy bueno. Nos vemos

Juanlu dijo...

Yo lo voy a seguir intentando.....

Anónimo dijo...

Yo tampoco me resigno ni me rindo...

Juan Bouza dijo...

Pues adelante, que nada nos impida intentar ser lo que queremos ser