GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

lunes, 10 de septiembre de 2012

Una rosa es una rosa


Cantaba Mecano que “una rosa es una rosa”. Vujadin Boskov fue, dicen, el primero en soltar eso de “fútbol es fútbol”.

Hay innumerables frases de obviedades, simplemente frases huecas que pasen a la ciudadanía que a su vez la extienden como una plaga. El periodismo es fuente inagotable de dichos, modismos y todo tipo de frases tópicas, pero la actividad que se lleva la palma es la política, y son los políticos los que han hecho más por conseguir que su metalenguaje se eleve a la más alta categoría de lo insoportable, por lo simple de su formulación y porque desgraciadamente en esa simpleza se esconde una falta clamorosa de concreción, claridad y sobre todo de ideas. Curioso: utilizar la simpleza para intentar demostrar que no se es un simple.

Las emociones dan mas votos que los argumentos. Posiblemente si. La visión, lo visionario crea mas adeptos que la concreción y la actividad. Seguro que si. Ya escribí en anteriores posts la necesidad de las sociedades en encontrar líderes visionarios, optimistas (como dice Antonio Gutiérrez Rubí la gente no quiere a su alrededor a tristes) y que sepan señalar metas aunque estas parezcan utópicas. El título del segundo libro de Barak Obama “La audacia de la esperanza” y su contenido, es un canto precisamente a eso: la visión, la capacidad de ilusionar, dar esperanzas a las personas, tener un objetivo elevado... el mundo civilizado ha avanzado gracias a todos esos conceptos, gracias a ese tipos de mensajes.

El problema surge cuando mas allá de esas grandes ideas movilizadoras, lo que realmente se esconde en el lenguaje político es precisamente una clamorosa ausencia de ideas nuevas y de mensajes atractivos. Discursos hueros, lugares comunes, todo un conjunto de coletillas, muletillas y reiteraciones que en la mayoría de los casos denotan como poco escasa imaginación.

En los debates congresuales, me voy a referir a los que conozco mejor tanto al desarrollo de los mismos como a los protagonistas, es decir a los debates del PSOE gaditano, tanto en la provincia como en sus localidades, se hacen declaraciones tanto dirigidas al exterior como intramuros del partido que tratan, en buena lógica, de atraer voluntades, votos, como se suele decir arrimar el ascua a las sardinas propias. Se utilizan palabras, conceptos, que en origen tenían una consideración plena de significados. Tomemos como ejemplo ”renovación”, palabro ya absolutamente desgastado y que su significado real ya nadie sabría cual es al ser utilizado de forma indiscriminada por todo aquel que aspira a desbancar del poder al que lo ocupa; más o menos significaría algo así como “quítate tu para ponerme yo” y esto es así porque a continuación cuando se trata de añadir los contenidos de dicha renovación llegan indefectiblemente las frases antológicas, digánme si no han escuchado esto en boca de cada aspirante: “vamos a hacer un partido más participativo, más transparente y más cercano a la ciudadanía”... Y ahí se queda la cosa, es decir “fútbol es fútbol”, “hay que ir partido a partido”, “el fútbol es once contra once”, “hay que abrir el juego a las bandas”... Y ahí se acabó el discurso. ¿Para cuándo nos van a explicar como van a hacer que aumente la participación? ¿Cómo hacemos para que la transparencia sea una realidad reconocible? ¿Qué es y cómo se consigue ser mas permeable a los intereses de los ciudadanos?

Desgraciadamente, los discursos de cartón piedra priman, ¿cuál es el valor añadido de esa forma de comunicar? ¿No da la impresión de que realmente lo que se hace es disfrazar o edulcorar lo que es pura ambición?

Los lugares comunes se han impuesto definitivamente, y no seré yo el que no crea que es positiva la competencia y la alternancia... Siempre que esas distintas alternativas se expliquen y concreten, lo contrario es simplemente rodear de almíbar, un dar ojana a lo que simplemente es un deseo de poder de control de las organizaciones.

2 comentarios:

Juanlu dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Juan. Lo interesante es que la gente cada vez se da más cuenta de esto. Ese vacio discurso político aleja cada vez más la gente de la cosa pública. Y eso no es bueno......

Juan Bouza dijo...

Hay que reinventar la política comenzando por dejar los discursos de madera que valen igual para un roto como para un descosido