GEOGRAFÍAS HUMANAS

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miércoles, 11 de julio de 2012

SI ME QUEREIS, IRSE

Lola Flores tuvo la grandiosidad de conseguir ser un gran icono de la España casposa del tardofranquismo, de la transición, y también de la modernidad más apabullante que bebía los vientos por un bolo hortera con la folclórica. Lola Flores tuvo el arte del decir, del hablar con su peculiar tono y acento, y esa su pizquita de malababa, teniendo a mi entender la magia filosófica de los genios populares como Belmonte. Por eso resulta del todo recomendable (desconozco si ya lo hay) que se escribiera un libro de citas de la simpar cantaora y bailaora, o como poco un libro que más que de su vida fuera a contarnos sus anécdotas. Antológica fue su aparición proverbial en la singular boda de su hija lolita (a esta le pasa como a mi que por más años que cumplo sigo teniendo el diminutivo como nombre), una boda de esas del siglo con un señor argentino en una iglesia de Marbella en la que cabían unas 600 personas pero en la que quisieron entrar unas 5.000. El follón que se montó fue de aúpa, aparecía la iglesia como en las imágenes de aplastamientos en campos de fútbol o conciertos de música heavy...y en eso la señora Lola Flores se sube al escenario, digo al altar, y pronuncia su mítica frase: "si me queréis, irse". El final fue conmovedor, la Lola diciendo "que asco de pueblo" y la hija que al final se tuvo que casar en la sacristía de la iglesia. Estoy seguro que si la Faraona hubiese podido estrangula a todos con sus propias manos, que era muy suya la señora Flores.

Leyendo las noticias este pasado fin de semana me acordé de este episodio de la España del primer felipismo en el poder, allá por el 1.983, y me acordé de la susodicha boda leyendo y escuchando las crónicas sobre el Congreso del PSOE de Andalucía que se ha celebrado en Almería. Leí algunas intervenciones que se filtraron del debate de gestión de la Ejecutiva saliente, escuché a los más griñanistas hablar de él como un nuevo profeta que tuvo una visión casi cósmica. El discurso de los más adeptos se resume en como hemos ganado las elecciones (????) nos merecemos todo. Escuché y leí (los whatsapps y demás ayudaron) a los críticos decir que pese a cuestiones relativas sobre la gestión, peticiones de unidad y demás cuestiones previsibles, le decían al Secretario General que estaban dispuestos a apoyarles, que todos iban a estar en torno a su proyecto sobretodo en este momento de dificultad económica extrema. Todo normal, gente que apoya incondicionalmente, gente que apoya con matices y en general gente que desde la diversidad trata de hacer las cosas lo mejor posible para su partido...

El final de la historia ya se sabe, salió Lola Flores y les dijo "si me queréis, irse" además lo de la convención de Ginebra sobre el trato a los prisioneros en política, en la forma de hacer política que nos llega no se estila nada de nada, aunque la boda de la hija de Lola no tiene que ver nada con la política. Imaginaos si les dijo eso a los que lo querían, que no les diría a los que no le quieren. Pues eso ni Ginebra.

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