Ayer se murió
Miliki, el payaso de la tele. Los de
mi generación nos aprestábamos de manera alegre y deseosa alrededor del
Vanguard en blanco y negro para escuchar a esa familia comandada por este
payaso, músico, actor… que por las tardes nos preguntaban como estábamos. La
fórmula, hoy por hoy, repetida para la respuesta era un “biennnn” de miles de
niños de todo el país, que apenas nos enterábamos de que mientras nosotros
estábamos bien el dictador Franco
agonizaba, la dictadura seguía amordazando los deseos de libertad de los
españoles y nuestro país era como la tele donde veíamos a Miliki, en blanco y
negro.
Han pasado
muchos años, unos cuarenta, año arriba, año abajo del “había una vez un circo”,
y han pasado, claro, muchas cosas, los niños de entonces peinamos canas (las que me quedan), nos hemos casado,
hemos tenido hijos que no tienen payasos “de”
la tele pero sí payasos “en” la tele,
nuestros padres ya son abuelos, existe el divorcio y lo utilizamos, hemos
estudiado mucho, el país comenzó a verse en color y en definitiva todo cambió,
como todo cambia día a día. Se tuvo la ilusión de la transición y las primeras
decepciones que supone el vivir en democracia.
Gobernaron los socialistas con sus
trajes de pana y escuchábamos la nueva ola musical de eso que se vino en llamar
“la movida”. Han pasado muchos años
pero en lo esencial seguimos teniendo los mismos miedos, las mismas ilusiones,
la fragilidad de la felicidad y la
preocupación por el futuro que tal
como pinta, por primera vez, parece que no será mucho mejor que el reciente
pasado.
A lo largo de
la vida se pasan por muchas situaciones donde tienes que elegir, para bien o
para mal, las tesituras comienzan desde bastante jovencito: ¿ciencias o letras?
¿Maestro o abogado? ¿Compro o alquilo? y así durante toda la vida. Hoy por hoy
nos lo están poniendo difícil, parece que como decía Felipe González “el futuro ya no es lo que era” y en
estos últimos años nos están haciendo padecer más sufrimiento del que
razonablemente tendríamos la obligación de aguantar. Hoy vemos en la tele como
para que un gobierno reaccione ante el problema de los desahucios una muchacha se tiene que tirar por la ventana. Tenemos
que ver como nos siguen insultando diciéndonos que nos quitan derechos y servicios públicos con la
cantinela mentirosa de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Condenan a nuestros jóvenes a
preocuparse y de que manera desde muy pronto por un futuro demasiado incierto.
De manera cruel pero sigue siendo útil eso de “había una vez un circo” porque esto es un circo.
En una
pintada del Mayo del 68 se leía en París: “Dios ha muerto, Marx ha muerto, y yo no me
encuentro muy bien últimamente”. Pues eso, hace cuarenta años nos
preguntaba el genial Miliki ¡¡¿¿ Cómo están ustedes ¿?!! y nosotros que éramos
niños le decíamos que bien. Hoy que ya estamos creciditos cuando nos preguntan
eso desde los púlpitos políticos ya no contestamos lo mismo. Como dice una amiga mía cuando termina un argumento: “…o sea que…” pues mal, ¿cómo vamos a estar?
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