GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

lunes, 23 de agosto de 2010

JULIAN BESTEIRO. En el 70 aniversario de su muerte.

El próximo mes de septiembre se cumplirán 70 años de la muerte en el penal de Carmona (Sevilla) de Julián Besteiro, figura capital en el Socialismo español. Sin necesidad de abordar su aportación de una manera exhaustiva, lo cual no es propósito de este artículo, creo que un simple abordaje a su biografía nos permite mostrar a un adelantado a su época. Posiblemente a la figura española que referencia antes que nadie, y no solo en España, lo que después conoceríamos como la socialdemocracia europea. Y es que este catedrático en Lógica representó desde su tardía afiliación al PSOE, las posiciones más modernas, más arriesgadas en todo el Partido, y todo ello con la marca de indiscutible sucesor de Pablo Iglesias el cual consideraba a Besteiro como la mejor posibilidad de abrir el Partido a sectores no directamente obreristas y más relacionadas con capas medias, intelectuales...


Su formación, con el sello de la Institución Libre de Enseñanza, su mentalidad liberal, le hicieron en 1.912 desembocar en el PSOE y tal como él mismo señalo, se sintió socialista por su vocación liberal. Sus libros, sus escritos, tanto los que recogen su pensamiento político como aquellos de índole académico, nos describen a una persona en extremo culta, y con una indestructible vocación de servicio público desde posiciones que siempre huyeron de la radicalidad, el extremismo y el dogmatismo. De hecho fué determinante su participación en el debate que se produjo después de la Revolución de octubre en Rusia en el cual él representó la punta de lanza de aquellos que se negaron a participar en la nueva internacional comunista y a seguir los dictados ideológicos de la Unión Soviética de Lenin. Y no fué esa la única vez que tuvo que enfrentarse a opiniones distintas en momentos especialmente difíciles o en circunstancias de dimensiones históricas. Así estuvo en contra de la Huelga Revolucionaria de 1.934, y mantuvo duras disputas con el sector liderado en el PSOE y UGT por Largo Caballero, de posición que, por reduccionismo, llamaremos más extremas o más próclives al entendimiento con los Comunistas. También fué categórico al rehusar a abandonar Madrid en la guerra e intentó por todos sus ya escasos medios la evitación de un mayor derramamiento de sangre.


En estos 70 años la figura del que fué Presidente del PSOE y de la UGT, Presidente de la Cortes Constituyentes en la segunda República, Concejal del Ayuntamiento de Madrid, Profesor, erudito... nos llega a la actualidad como un ejemplo de actitud ética ante la vida, un predecesor teórico y en la práctica del Socialismo Democrático, un adelantado en la formulación de lo que posteriormente se llamó Estado del Bienestar,...todo eso y una pasión indisimulada en sus escritos: la pasión por la libertad y por la igualdad. De la libertad poniendo distancia en las formulaciones que nos llegaban a España desde Moscú y con un también indisimulado aprecio por la europa más democrática y liberal en su concepto más ámplio, y porqué no decirlo, a la manera de Besteiro, "más liberal". De la igualdad, desde el conocimiento profundo de las multiples carencias, necesidades y profunda desigualdad de la estructura social en nuestro País.


En este 70 aniversario detengamonos por un momento en la estampa de un español ejemplar para seguir mirando al futuro con optimismo y reforzados en los valores que él como nadie representó.


Por último, me permito sugerir a las estructuras de poder del PSOE que el conocimiento de nuestra historia, de las personas que han hecho del PSOE ser lo que es, debe ser una de las actividades a desarrollar. La formación es importante en cualquier ámbito de la vida, que no haya socialistas sin conocer a los pioneros de lo que somos, conocer sus vidas y sus obras no es cosa de antiguos, más bien diría que lo atrevido y lo que nos permite avanzar con pasos ciertos es conocernos a nosotros mismos.

1 comentario:

Miguel Ángel Gutiérrez Navarro dijo...

Muy buena la apostilla.
Siempre se dijo, cuando menos a los que, de campo, debíamos hacernos el pan, que nunca un pan será bueno por llevar la mejor harina si esta no iba acompañada de “su” levadura.
Miguel Ángel Gutiérrez