GEOGRAFÍAS HUMANAS

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miércoles, 18 de mayo de 2011

¡Que noche la de aquel día! El acuerdo de Alestis

El acuerdo entre la empresa Alestis y 195 de sus trabajadores que se firmó ayer día 17 supone una gran victoria de la razón sobre las visceras, un gran triunfo para el futuro de la Bahía de Cádiz sobre la desesperanza. El que se haya podido evitar el despido de estas personas (que ya pasaron por una situación similar en la extinta Delphi) supone un soplo de esperanza ante una situación económica que tiene en el paro y en las crisis de empresas su correlato más claro.

Después de más de un mes de tira y afloja se llegó al día 16 a las seis de la tarde para lo que podía ser una negociación para la resolución del conflicto (como así fue) o un autentico descalabro no solo para estos trabajadores y sus familias sino tambien para la autoestima de los ciudadanos de la Bahía y para su ya de por si maltrecha economia.

La historia de la negociación ya se conoce, o mejor dicho, se conocen los resultados de la misma. Lo vivido, la pequeña historia de 24 horas ininterumpidas de esa negociación, se quedan para mi y para los que estuvimos allí, Comité, asesores sindicales, Empresa y asesores de la misma, y el "equipo médico habitual" que es como suelo denominar al Secretario de la Delegación, al Jefe de Servicio de Administracion Laboral y a mi mismo, normalmente metidos en situaciones complicadas. En esta ocasión incluso tuvimos visita de personas que querían ver como iba desarrollándose "la cosa". También teníamos polícias en el pasillo que creo no entendían una reunión que se desarrollaba en tres despachos diferentes y con el Delegado de Empleo pasillo para arriba, pasillo para abajo y de despacho en despacho. Solo puedo, o mejor, quiero contar que cuando se firmó el acuerdo me sentí muy feliz, una sensación de tranquilidad muy agradable, incluso estuve despues despachando otros asuntos con otras personas. Había terminado una faena con un Comité de Empresa de una gran capacidad e inteligencia, unos representantes de empresas duros pero hábiles,...y me encontraba absolutamente contento porque tenía la impresión que había cumplido con mi deber y, permitanme decir, estaba orgulloso de mi mismo.

Las demás cosas para que voy a contarlas: las medallas, las miserias humanas, lo que se dirá...todo eso creo que no merecen la pena , a mi me queda la satisfacción de haber hecho lo que tenía que hacer, ¡y mira que había gente que quería que me diese un porrazo para justificar todo lo demás!

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