GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

jueves, 17 de mayo de 2012

LA ALEGRÍA DE VIVIR

No tengo ni idea de si vivo el peor tiempo que me ha tocado vivir. Lo digo no en términos ontológicos sino de la mera realidad de las cosas que suceden cada día. Supongo que no, que el avance que se ha producido en estas últimas décadas es innegable y que por muy mal que nos vaya siempre podremos coger un tiempo pasado donde todo fue a peor.

Es cierto que la situación de crisis económica tal y como se nos ha presentado nos está afectando no solo en nuestra calidad de vida en cuanto a nuestro poder adquisitivo, empleo...nos está afectando fundamentalmente en nuestras expectativas. Algo está fallando y parece como si fuera a ser irreversible un futuro apocalíptico para vivir poco más o menos como vivía Tina Turner en la película Mad Max. Psicológicamente, por tanto, estamos teniendo un problema más grande que la propia crisis. No vemos esperanza, creemos que lo hemos perdido todo y que no hay futuro, como decían los Sex Pistols en la década de los setenta.

Además comenzamos a tener también una crisis de identidad, como poco en España es así, y nuestro entorno de seguridades y certezas se desvanece. No estamos seguros quienes somos y lo que queremos ser. Hemos dejado de tener por consiguiente Visión y Misión (en los tiempos oscuros del franquismo se liquidaba la cosa diciendo que eramos, se referían a España, una unidad de destino en lo universal). Dice mi amigo Miguel González en referencia a Europa y al Euro que Europa es un proyecto de país sin moneda, y que el Euro es un proyecto de moneda sin país.

Es verdad que los retos que nos ponen por delante no son sencillos y que de su resolución está la clave de la vida de las generaciones futuras. A mi particularmente me preocupa especialmente la posible crisis ecológica que estamos incubando y de la que expresé mi opinión en Más verdades incómodas, pero también es cierto que la determinación del ser humano a lo largo de su historia le ha hecho sobreponerse de situaciones que incluso amenazaban con su extinción del planeta.

Pero, entonces, ¿cómo conseguir levantarnos de nuestra propia depresión, no de la económica que ya veremos, sino de la depresión psicológica y fatalista en la que estamos inmersos? La respuesta está en un concepto teórico, la inteligencia emocional, y en un concepto práctico, reinventarse. Decía Goleman en su "Inteligencia Emocional" que el déficit de ella puede tener repercusiones en casi todos los aspectos de la vida de un ser humano, "el descuido de la inteligencia emocional puede arruinar muchas vidas".

En su pequeño pero estupendo librito "Reinventarse. Tu segunda oportunidad" el Dr. Alonso Puig nos ofrece esas claves necesarias para cuando casi todo está perdido, sacar lo mejor de uno mismo y volcarnos en resurgir como si fuéramos el Ave Fénix "a veces nos aferramos a algo conocido aunque no nos sirva y eso nos puede impedir adentrarnos en otros espacio de evolución y crecimiento".  

El hombre nuevo, la alegoría tantas veces explicada en ámbitos como la religión y la filosofía, es, desde mi punto de vista, ese renacer a la vida, a la vida en sociedad, aportando nuestra energía vital, nuestra capacidad de sentir cuando los demás sienten, de ver con optimismo nuestro propio futuro, esas ganas de compartir tus emociones, tus ilusiones, esas ganas de reinventarte para seguir viviendo. 

La alegría de vivir es saber que tú estás ahí, que yo estoy aquí y que somos inasequibles al desaliento.

No hay comentarios: