GEOGRAFÍAS HUMANAS

SOCIEDAD, POLÍTICA, COMUNICACIÓN...

jueves, 10 de mayo de 2012

PASIÓN POR TI

Cuando admiramos profundamente a una persona. Eso es pasión. cuando una idea nos emociona. Eso es pasión. Cuando nos interesamos de manera especial por una actividad. Eso es pasión. En definitiva creo que para definir pasión tampoco hay que dar demasiados rodeos, cuando algo nos apasiona, cuando eso ocurre, establecemos una afinidad tan placentera que se convierte en el aceite que engrasa nuestro motor y nos hace conducirnos por la vida con interés, con motivación. Nuestras metas, nuestros deseos, nuestra permanente tentación, y menos mal, de vivir en comunidad. todo eso es pasión.

La capacidad que tenemos los humanos para sentir, para emocionarnos, para que nuestra conducta tienda siempre a saciar nuestros deseos y aspiraciones, el plantearnos objetivos, la planificación de nuestra vida como un continuo de felicidad, son precisamente las caracteristicas que definen la pasión. Hacer las cosas con una intensidad y emoción que sobrepase radicalmente la rutina. Eso es pasión.

Los asuntos públicos, la política, tan denostada pero tan viva, es un espacio privilegiado para que los objetivos compartidos se consigan con pasión y emoción. La Visión, Misión y valores, tal y como los desarrollé en el post UNA HISTORIA DE AMOR, en ese lugar al que queremos llegar, lo que somos, y los valores a desarrollar, están conceptualizando los aspectos de todo lo que estamos diciendo. Hacer cosas, sí, pero con pasión. Trabajar para la ciudadanía, sí, pero con pasión por ella. Querer a los demás, sí, pero con pasión. No es baladí decir, aunque en puro reduccionismo, que las emociones dan más votos que los argumentos. Que la política no son solo datos de una gestión, o una colección de logros cuantificables.

Se cuenta que en unas elecciones para Gobernadores en México el candidato a la reelección fué a dar uno de los muchos mitines de campaña electoral. En ese mitin el orador fué enumerando todas las cosas importantes que había realizado durante su mandato. Realmente era una persona que podía presumir de gestión, de hecho estaba muy bien considerado precisamente por eso, y él, consciente de esa situación, en los mitines iba desgranando uno tras otro los éxitos cosechados en beneficio de la comunidad. Cuando llevaba media hora contando esos logros: centros de salud, mejora en las comunicaciones terrestres, bajada del paro y de la delincuencia...desde el fondo del auditorio se levanto un señor que con un gran vozarron le interrumpió para hacer su proclama: "Basta ya de realidades, queremos promesas".

Esa anécdota, real por más señas, retrata perfectamente lo que significa trabajar con pasión en la política, reflejando la emoción de tener una visión para tu tierra concretada en una promesa. La promesa de un mundo mejor, y cada uno desde su lugar en ese mundo puede trabajar con la pasión, desmesurada o no, para que esa promesa pueda ser una realidad que exija una nueva promesa. Ponerle pasión a su ejecutoria es lo que nos hace darle una condición épica y por lo tanto trascendental.

Vivir apasionadamente, hacer todo con la intensidad justa para que te sientas pleno, saber que la ciudadanía tiene un objetivo común, todo eso nos ayuda a construir un mejor modelo de sociedad, donde la política esté en manos de personas con sentimientos, con sensibilidad, cuyo objetivo sea intercambiable con los objetivos de la comunidad, personas con buena cabeza pero con mejor corazón. Todo lo que hagamos, todo lo que sintamos, todo lo que queremos, todo lo que hago, todo lo que siento y todo lo que quiero es porque tengo... Pasión por ti.

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